sábado, febrero 07, 2009

Y llegó febrero

Febrero llega revoloteando por la ventana. Como dulces notas musicales que penetran tu cerebro cuando sudas llegando a casa. Ahhhh Febrero!, como esas excursiones que hacía con Intrepid, mi águila voladora del sur. Y recuerdo que comentábamos los dos, Intrepid, viste que lindo es febrero, y él me decía "cuurpp cuuurp" que quiere decir, odio febrero hijo de diez mil putas, y yo le daba de beber y seguíamos escogiendo pelis.

Y como ese febrero en el que metí mi primer gol. Fue un golazo. El estadio estaba vacío y yo estaba solo, pero no hay nada que cinco botellas de ron y un limón no puedan hacer cuando tienes el uniforme de guardia de prisión en el closet y las llaves de tu último trabajo.

Es que los canarios son muy aburridos, las gaviotas huelen a pescado, las palomas a ciudad y los zapatos deportivos a camerino de indor fútbol. Las águilas voladoras son en cambio, lo máximo, son como el tope máximo de la evolución pajarística. Recuerdo que la primera vez que dije pajarística estaba jugando Scrabble con mi bisabuela, era el año mil algo y ella me dijo Naftita, esa palabra no existe, y yo le dije, No existe? No existe? Saqué un huevo con cal de esos de los ninjas, lo lancé al piso, pero se topó con el pie de mi bisabuela y sin querer le sequé el dedo gordo, por lo cual mi bisabuela ahora odia el Scrabble y la palabra pajarística, además de tener una fundación anti-ninja de la que ella es la presidenta. Yo, la verdad no creí que me odiaba tanto, pero cuando encontré a Intrepid, mi águila voladora, persiguiéndome y lanzándome guías de tv cable en la cabeza, entonces me dí cuenta de que las cosas iban en serio.

Una tarde sucia de abril, agarré a Intrepid descansando, era un oscuro callejón donde alguna vez casi me matan cuando perseguía a las polillas amaestradas, sí, esas de Panamá. Entonces Intrepid estaba mensajeándose con mi bisa y Plaf!!, le cagué su iPhone con mi arma letal de rayos ultramagnéticos, más conocida en el mundo del hampa como Bici y lo atropellé, hasta que me gritó "currrp, currriprrriiruuurrp", que quiere decir "para de atropellarme rapero hijo de treinta mil putas que no ves que tengo 14 strippers en mi casa", y desde ahí somos grandes amigos.

Recuerdo que una vez cuando estaba en un bar, en uno de esos donde uno dice, buena onda este bar, y el de la barra te dice, deja de estorbar y métete tu pincho de camarones por el culo, de esos bares. De esos donde está la tele para ver el fútbol y aparecen los momentos más apasionados del fútbol y crees que vas a salir tú, con tu golazo, con el público batiendo tu nombre en pancartas gigantes, con las barras gritando "Dame una N-- Eneeeee, Dame una A-- Aaaaaaa, Dame una F--- Efeeee", y te interrumpe el barman de nuevo y te dice, te paso vaselina vampiro hijo de puta no ves que estás estorbando al señor de la limpieza. Pero bueno son las 4 de la tarde, hace un calor de mierda y tú lo que único que quieres, lo único único, es que te hayan sobrado huevos con cal, o por último el soporte de las letras del Scrabble. O un crucigrama, o un ventilador. Es que el calor de febrero atonta y te deja en cámara lenta. Cuándo tendré un febrero movido, uno acelerado, como esa vez que iba en el auto de mi tío El Campeón, y me dijo Nafta no toque el acelerador y yo le decía no tío El Campeón, está todo bien, y me dijo, pero tenga cuidado, y yo le decía, tranquilo tío El Campeón, y el me dijo, te dije y yo le dije, qué me dijo, y el me dijo no me acuerdo y yo le dije, pero le dije que me dijera y el me dijo, si me acuerdo le digo pero tenga cuidado y yo le dije cuidado con olvidarse de decirme o quiere que le diga si me va a decir, y el me dijo que ya no le diga que me dijo o que no le diga nada y yo le dije que mejor me iba y él al final me dijo que ya me había dicho que le diga y que sabía que íbamos a decir lo mismo.

Mi bisabuela se olvidó de que me odiaba, el Scrabble tiene efectivamente un salpicón de cal, mi tío sigue siendo El Campeón y yo, yo me olvidé qué les dije. Creo. Y llegó febrero.

Wiz.