jueves, septiembre 14, 2006

Cuando todos duermen…

Cuando el mundo detiene sus tambores de consumo, mis parpados no se cierran, las pupilas dilatadas por la oscuridad de la noche me permiten ver las sombras de los que deambulan en un este, tan diferente, la avenida principal esta lejos de la euforia que en pocas horas tomara posesión de su asfalto apenas descansado, las multitudes que circulan en la noche son fantasmas, dibujos desdibujados, rostros diluidos, vapores nauseabundos de días agitados.

Me pregunto en donde esta tu rostro dilapidado, no lo puedo buscar en las mañanas, mis virtudes nocturnas me impiden encontrarte en el sistema, solamente en estas horas, en este espacio, es posible ver tu verdadera faz, es como mirar a una mujer sin maquillaje tal y como es, detrás del rimel, el polvorín y el carmín, solo así te descifro amargamente, por que puedo encontrarte, pura, escalofriante.

Me quedan cortas las palabras y siento pereza por acrecentar las líneas de este diálogo de textos confusos, necesito un aliciente para regresar a la tecla y al plasma, solo así podré escribirte nuevamente en otra noche lejos del sonido de la ciudad agitada.

una noche...ssssssfiuuuuuuu.

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