miércoles, junio 15, 2005

sin título

Estaba buscando una palabra que indique todo lo que siento este momento... no, no es kropleño. No sé por qué la puse. Si quieren es más, borren el título de sus mentes y pongan mejor su propio título a este relato. Les voy a decir de que se trata para que busquen un título de esos juapuggtas que dice uno "que titulazo que le puso!", "titulururón", "titutanca", "titulífero".... y esos adjetivos tan usados.

Y eso sí no se pueden pasar de 36 palabras. Es que un título que diga "No creas que soy tan sexy nada más porque me pongo girasoles en el culo", no creo que llame la atención tanto como "Psychokiller visto con arma latente en ano". No que sea enano, sino que el arma (girasol) estaba en mi parqueadero de bicicletas. Y claro tampoco algo como "pku", que quiere decir "paradigmas kinesiologísticos unidos", de la cual fui honorable presidente durante 4 años. Claro que los únicos miembros eran un DT muerto de un equipo de fútbol de medio oriente y yo. PKU... qué tiempos...

Bueno, y la historia es típica. Nafta meets girl. Girl meets Nafta. Nafta bytes girl. Girl slaps Nafta. Nafta grab the girl's butt. Girl likes it. Nafta has to go to Panama. Girl falls in love of a human. Típico. Más típico que comer pollo con la mano. O que gritar "taxista conchetu... pi"...Más típico que comprar cuatrocientos veintiocho sandwichs de jamón y queso y comerte la mitad con la mano izquierda y la otra mitad también (era típico del "manco sanduchero", gran amigo...típico para él dije!).

Y ahora Nafta está perdido en Panamá, sigue sin saber quién es la muchacha que le dejó una tarjeta en su billetera que dice "vampiro chiro me debes US$300, ni se te paró"... el cree que es una policía o un travesti primo de su mamá a la que ella le debía unas platas. Pero no tiene tiempo ni para eso.

Y el título?

viernes, junio 10, 2005

modenización

Cada cierto tiempo me entran aires de cambio. Es como con mi rostro. Me aburrro de ver siempre los mismo en el espejo y me dejo la barba, las patillas, el bigote, me tiño el pelo, me lo rapo, lo dejo largo, me hago un tajo en la barbilla, me pongo tetas (ya me las saqué, era la moda de los setentas... divertido de ver en el espejo y ademas me agradaba tocarlas)
Esta vez los aires me vinieron con el weblog. me cansé de ver la misma plantilla. Pensé ponerle un par de tetas, pero el cambio debía ser radical. Empezar desde zero. Casi borro todo y me cambio de servidor, pero sería como esa vez que me cansé de ver a mis vecinos y los maté. Luego me dio pena, así que los guardé en la nevera. A veces los saco y los siento en las sillas de la cocina. Les sirvo el té, les doy panes con mermelada y torta, seduzco a la mujer y bromeo de vender a uno de los hijos como esclavos..., en fin, nos divertimos muchos. Una vez incluso puse una piñata llena de dulces para el aniversario de nuestro primer té. No fue tan divertido como lo había imaginado.
En fin, este cambio fue solo de la plantilla. Me aburrí de la anterior..., veremos cuanto me dura. Entro otras cosas, estaba pensando sacarme los molares y reemplazarlos por dados pequeños. ¿Será mucho? Cuando entro con aires de cambio, nunca sé cuando parar.

miércoles, junio 08, 2005

El Grán Escape

Cuando me reúno con mis viejos amigos en los bares de Bohemia, inevitablemente (y seguramente algún momento pasada la media noche y la octava ronda de bebidas) mis amigos comienzan a aplaudir en unísono y a canturrear rítmicamente y con velocidad ascendente: Pal Me Ra, Pal Me Ra. Creo que todos tenemos una historia de esas, y a mis amigos les gusta la mía. Seguramente todos hemos estado en una situación parecida. Como ceremonia de iniciación de una secta religiosa (a la que entré siguiendo a un culo que a los pocos meses engordó y se llenó de granos) me llevaron al desierto, donde tomamos mucho vino y "entramos" a un trance divino. Mas bien ellos entraron. Se pusieron a cantar en un idioma desconocido (sigo creyendo que se lo inventaron), me rodearon, se desnudaron y comenzaron a echarme barro y sangre de pollos muertos que se follaban. Debo aclarar que por esos tiempos nada de eso me parecía anormal. Incluso ahora, lo único que cambiaría es que los pollos me los follaría antes de matarlos, así disfrutamos todos, ¿no?

La cosa es que eventualmente uno de ellos me golpeó con un ramo de laurel repetidamente hasta que perdí el conocimiento. Debo haber estado así por un par de horas. Cuando desperté, estaba amaneciendo y estaba encerrado en la arena hasta el cuello. Los bailes y los cantos y la chupiza seguían. En realidad era divertido verlos. Incluso, en uno de esos ratos, me sorprendí tatareando uno de sus cánticos. En un momento se pusieron en fila y comenzaron a moverse como una culebra alrededor de mi cabeza y poco a poco se fueron alejando. Finalmente se perdieron tras una duna y no los vi más.

Ahí comencé a preocuparme porque me quería rascar las pelotas y no podía. La mañana siguió y el sol comenzó a moverse sobre mi cabeza. Afortunadamente me habían enterrado bajo una palmera que me daba sombra. Eso me salvó de alucinar por exceso de sol. Toda la tarde me protegía la palmera y solo sufría de verdad en las mañanas. Varias hormigas comenzaron a acercarse a mi cabeza. Yo me hice el muerto. Así las hormigas se paseaban con libertad por mi rostro y yo me pude alimentar de las que pasaran por mi boca. Así estuve dos días. Las hormigas, eventualmente, trataron de llevar mi cabeza a su reina. Se reunieron unas trescientas y comenzaron a tratar de moverme. Tal vez lo habrían logrado de no ser que yo empecé a hacerles barra. Cuando se dieron cuenta que no estaba muerto, se enfurecieron y me atacaron. Me picaron toda la tarde. Cada centímetro de mi rostro tenía dos o tres picaduras. Incluso algunas que me alcancé a comer me picaron dentro de la boca y una muy osada en el esófago.

Al amanecer volvieron las hormigas a seguir picándome. Pero esta vez yo estaba listo para revivirlas. Esta vez las metía en mi boca y las mantenía vivas para amarrarlas como una cuerda. Aquí debo hacer un paréntesis para explicar que durante los años de peste en Europa, para mantener su población, varios pueblos (llegaron a ser 12) me contrataron como follador oficial de sus mujeres. Pero yo no me contenté con follármelas, me entrené con mi lengua. Tan entrenada la tenía que durante un día y medio acumulé un par de millares de hormigas para una cuerda de tres metros. COmo las hormigas estaban vivas, y ya habíamos estado juntos tanto tiempo, estaba seguro que me entendían cuando les hablaba. Así que las convencí que se "amarraran" a la palmera para ayudarme a salir. Pal Me Ra Pal Me Ra Pal Me Ra les repetía por varias horas. Eventualmente me obedecieron. Un extremo se abrazó de la palmera y el otro de mi boca. Con nuestros esfuerzos combinados logramos liberar mis hombros. Eventualmente pude sacar mis brazos y con eso escapé.

Desafortunadamente la mayoría de las hormigas murieron en el intento. A las sobrevivientes les agradecí y luego pisé a las hijoeputas por picarme. Por fin libre, me rasqué el rostro y las pelotas. Luego me acerqué a la palmera y la abracé agradecido. Y, claro, como soy un arrecho de mierda, me la follé. Pero seguí agradecido a esa palmera por varios años. Me la llevé a mi casa y me la follaba regularmente hasta que murió. Entonces la convertí en un sillón.

Lo que no supe nunca es que pasó con ese culto religioso. Me pregunto si realmente se olvidaron de mí o pensaban volver algún día. Tal vez volvieron pero yo ya no estaba. Tal vez me buscaron debajo de una palmera pero no la encontraron nunca. Podrían venir ahora y sentarse en mi sillón.

martes, junio 07, 2005

acróstico

No podría dejar de follar hámsters
a pesar de que la policía me prohibió hacerlo.
folla Nafta folla
tengo que grabarme en la memoria
además de comer zanahoria
mis episodios son a veces tan profundos
prematuramente ocultos
imposible de olvidarlas polillas amaestradas
rompo el esquema con este poco
orín en su coco


Seguía mi travesía por el Alto Volta. 220. Había tenido muchas pesadillas. Y también otras de queso. A veces recordaba como en Nichola's el tiempo sencillamente no pasaba. Y yo comía cucharaditas de mermelada y no tenía que esconderme. Sin viajes a Panamá, Puerto Rico, Portugal, PuerroMaldito, PatitaCococha, Pujilí, Pugurunyacu, etc. (no existen los patrones, no!). Y extraño a mis amigos. A quienes me acompañaban, a las monjas, a Magdita la puta eterna, a Rafita, a Internerd Densitronix, al argentino, Gringo where are you?????

lunes, junio 06, 2005

conversaciones breves

hola
hola
tienes?
quieres?
sí, había?
un poco, vos?
no gracias, mañana
puede ser muy tarde
prefiero tarde que nunca
nunca es demasiado tarde
tarde son las cinco y cuarto
tienes algo que hacer?
solamente despertar
y los sueños?
se van conmigo ahora
y los que se quedan solos?
amanecen en otros bosques
y el atardecer?
rompe mejores días
y ahora?
ahora se van conmigo
hay puesto para mí?
bueno, si te corres un poquito
y si no?
igual te hago puesto
es bueno estar en casa
siempre es bueno verdad?
los sueños vienen o no?
creo que algunos se quedaron, acelera
no tengo el control
como si fuera tele?
como si fuera radio
y qué hacemos?
sonríamos, así tal vez las encontremos
a quienes ?
a las mariposas
las de ojos verdes?
sip, andan perdidas-
yo encontré una hoy
sí? con una bufanda muy delgada con estrellas
y te gustó?
apenas la ví
pero si estabas con mucho sueño
si pero la conocía de antes
de donde?
no sé, estoy muy cansado
vas a dormir?
no sé, estoy muy cansado.

Wiz.

sábado, junio 04, 2005

espejito, espejito

Cuántas veces te has visto al espejo (bueno yo no) sabiendo que lo que vas a ver no es cierto?
Cuántas veces has tenido ganas de romper tu imagen en mil pedazos porque no te gusta lo que ves? Cuántas veces te has repetido que lo que ves no es nada más una ilusión de algo que tu mente disfraza de realidad? cuánto has querido que las pesadillas no vuelvan, que sean sueños unidimensionales, invisibles. Cuánto has querido la muerte querido Nafta? Cuánto es trescientos veinte mil doscientos doce por cuatrocientos setenta y dos mil trescientos veintiocho? Bueno.. ejem...

Yo que tenía códigos. Lo indivisible pronto se separa como los continentes, y en vez de agua este globo se llena de sangre. De sangre que chorrea por las paredes, nace del piso, cae del techo en gotas gigantes que ahogan al aire y lo transforman en múltiples nodos de colores al caer. Las luces y el telón se esconden, te toca cojudo, no ves que tienes que actuar en el mundo como es debido. Escucha a los viejos, enseña a los chicos, no nose-picking, sonríe, sonríe mucho que el mundo aunque es una mierda a veces te da momentos lindos. No hay sino dos o tres de ellos, por eso sé bueno y atento, la vida siempre merece más de lo que te da. Who can actually believe in all this shit?

Me quise morir. Quise caerme mil pasos abajo, recoger las almas perdidas del sótano y salir con ellas de paseo. A mirar almas perdidas, dije. A mirar almas perdidas. La sensación es mucho peor cuando te da frío, y cuando estás solo. Las neuronas confundidas empezaron a voltear viajando en infiernos lúdicos de ángeles caídos. El plasma corroía mis tuberías y el azufre mis entrañas. El fuego ya no me quemaba, ya no sentía más.

Es posible tener el corazón seco me decía mi tía. Claro era una momia del siglo X a.C. que vivía a orillas del río Nilo. Ni-lo cuentes me dijo. Pero yo le creo a mi tía. La gente que creías a tu lado se puede ir a la mierda, y la gente que creías no estaba ahí te abre inesperadamente los brazos, para que abras el paracaídas y muestres tus alas.

Mi tía. Mi tía tenía un soldado de juguete que degollaba aceitunas para martinis. Tenía un dardo paralizante para cazadores que lanzaban dardos paralizantes. Tenía elefantes antihumo, ceniceros anticigarro, baguettes de plástico y arañas ciegas. Los perros de la muerte no pueden ser tan buenos amigos después de todo. Los perros de la muerte te muestran sus alas negras y te cubren con un manto hirviente de lava roja. Te queman paulatinamente la sangre. Los perros de la muerte con sus alas negras te quieren al final, y en medio de la canción más sombría construyen tus ojos desdibujados en la niebla con sus colmillos. Pero con el viento la niebla se va, y todo es más claro. Los sentimientos se muestran como algodones de azúcar, la sangre sigue chorreando, Icaro continúa su vuelo y ReactorPelucha también.

Los perros de la muerte tienen el corazón seco. Y mi tía también. No me gusta lo que veo. No me gusta tu presencia. No disfruto tu olor otrora infinito. No estoy aquí, espero hayas dejado el cuarto cuando salga de la cocina.

viernes, junio 03, 2005

anillos

Yo nunca me casé, pero si robé un montón de anillos en mi vida. Varios de esos fueron de matrimonio. Debo decir que nunca fueron mis favoritos, pero si me gusta usarlos de vez en cuando. A veces me pongo todos en mi dedo anular y en los bares digo que soy polígamo. Otras veces me pongo uno en cada dedo excepto el anular, para ver si alguien dice algo.

Nunca me casé, pero tal vez he estado casado muchas veces. Como esas novias que uno tiene de joven. Esas que no son novias, y ellas en realidad ni saben que uno las quiere, pero uno las llama a diario y se aparece en su casa con flores (que nunca entrega porque le da culillo). Terminan llamándolas novias porque son importantes en la vida de ellos. Bueno, yo tuve muchas mujeres con las que no me casé porque nuestro amor era imposible. Eso les decía para mantener el misterio, la verdad es que no me casaba porque no quería la responsabilidad ni a una mina que me reclamara tonteras todos los días. Si me casara sería un coleccionista de esposas muertas, y mi nevera no es tan grande.

Nunca me casé pero muchas veces me hice pasar por hombre casado (quería comprobar la teoría que las mujeres piensan que el hombre casado sabe mas rico) y ahí comenzó mi afición por coleccionar anillos de matrimonio. Eran anillos de mujer que hice arreglar para que me entren a mí, por lo que me hice amigo de muchos joyeros. En realidad mi plan maestro comenzó a conquistar mujeres casadas para robarles sus anillos (sí, fui el causante de muchos divorcios, y muchos maridos le pusieron un precio a mi cabeza). Luego a venderles marihuana a los joyeros para que me los arreglen como favor (al final, ellos siempre terminaban debiéndome plata). Finalmente conquistaba a las esposas. Esa fuel la parte fácil. Ellas, insatisfechas en matrimonios asficciántes, parácticamente se tiraban amis brazos cuando se convencían que mis promesas de no involucrarme con ellas sentimentálmente eran ciertas.

Nunca me casé, pero una vez me hice pasar por sacerdote para esconderme de algunos maridos celosos y me hice párroco rural en un pueblito del chapare boliviano. Ahí oficié muchas bodas. Creo que los locales nunca creyeron que era cura porque los sermónes que escribía hablaban todos de lo rica que debía haber sido la Magdalena. En las bodas también aprobechaba de coquetear con las novias y me gané un par de aventurillas por ahí. Además vestí a mis capellanes con sotanas rojas y cambié el vino sacro por whiskey, que a mi me gusta más. Usando mis conocimientos de mago y carterista (ambas habilidades las había aprendido en Turquía hace unos 200 años) también me robé varios anillos... que disque que el paje los perdió.

Nunca me casé, y me alegro. Claro, a veces me siento solo y quisiera tener alguien con quien hablar (no de cosas importantes si no del clima o el precio de los tomates) o compartir mis éxitos y fracasos (es decir, alguien para culpar por mis fracasos y alguien a quien sacar en cara mis éxitos). No, nunca me casé y no creo que me case... pero si tengo un montón de anillos y ya me cansé de verlos. Estoy pensando que se los voy a vender a los maridos o esposas que los pierdan y no quieran que su pareja se entere. Si son mujeres, los perdieron por traviesas, y tal vez esten dispuestas a caer una vez más en tentación con un galán conocedor de las necesidades de las mujeres casadas. ¡Que lindo que es estar vivo!

las mayúsculas y minúsculas

La cámara enfoca a Nafta desde arriba. Su mechón de pelo (ahora rojo y brillante) refleja un poco la luz. Se acerca lentamente a su escritorio, tiene una de esas lámparas verdes antiguas, las de biblioteca. Toma una pluma y antes de untar su punta en el tintero, saca un puñal y se lo clava en la pierna. Un chorro mínimo de sangre brota como un manantial hacia un frasquito. Seca las lágrimas rojas de su piel y se ata un pañuelo a la pierna. Luego vacía el frasquito en el tintero. Está listo.

"Durante los años de mi peregrinar por las planicies de mi adentro, durante los días y noches que sudé pensando en que la luz venía y no era sino que el túnel se alargaba. El túnel no tenía sino un lado, el oscuro. "

- La cámara muestra a Nafta, con una bufanda hermosa mirando al horizonte. Una antorcha le ilumina el rostro desde abado haciéndolo parecer bueno, haciendo que la vida parezca mejor para quien lo ve. Luego la imagen se va en fade... se confunde con lo que viene.

"Y no me encuentro sino con deadends, laberintos insolubles que tienen una sola puerta de entrada, sin salida. Me topo con sonrisas falsas, sentimientos macabros, me siento con ruidos infernales que taladran mis oídos y no me dejan pensar. "

- Se muestra la imagen de un niño pequeño con un cuchillo que lentamente persigue a una paloma. En blanco y negro. Paisaje urbano. La silueta de la paloma se refleja en un charco, hace mucho frío, el viento mueve muchas bufandas blancas en los cuellos de la gente a velocidad normal, mueve los cabellos, mientras el niño y la paloma se mueven en cámara lenta. La gente también se mueve en cámara lenta.

"No me dejan pensar tus ojos, tus orejas malditas, tus labios de pecado que me dijeron tantas cosas hirientes, tanto dar y no recibir, tanto volar en círculos, Icaro ciego, sin cera en sus alas"

- Se muestra a Icaro, completamente negro, que sale volando de una plataforma hipermoderna sobre un laberinto formado por edificios raídos por la guerra, como un paisaje de devastación. Tiene una paloma pseudo-muerta en sus manos, es completamente blanca, él vuela muy rápido, se refleja en los vidrios de los edificios, viaja a cientos de kilómetros por hora y choca con las esquinas, está desesperado, le salen lágrimas de sangre que chorrean en su piel negra completamente.

"La música pega durísimo tus oídos. No sabes para donde ir. You can run but you cannot hide, En el fondo se ve una ola majestuosa que se va formando. Es tu ser, tu espíritu sin raíces que vuelve a la nada, que se convierte en ceniza, en lo que fue y en lo que va a ser, un eterno y amargo sobreviviente de la vida hasta volver a ser feliz, ser nada."

- La cámara pasa en cámara lenta enfocando de cerca a Icaro con la paloma quien mira hacia abajo y ve al niño que está llorando en una esquina. Caen gotas de la hoja y de sus manos. Hay una mujer que lo consuela y le ata su bufanda blanca en el cuello para que no tenga frío. La música se vuelve un rock sinfónico que llena los oídos, se usan todos los recursos para que el público esté ahí, con la música.

A Icaro le tiritan los dientes del frío. Cae un aguacero helado y sigue con la palomita que respira muy rápido y deja gotas de sangre mientras vuelan. Se enfoca a algunas gotas desde que salen del pecho de la paloma hasta que caen al pavimento. Salpican a la mujer en su abrigo gris. Ella mira para arriba.

"La vida no tiene más sentido. Solo respirar y respirar. Todos nos van a fallar, nos fallaron o nos fallarán. La soledad no es más una piedra de tope, es el camino, es la tranquilidad absoluta. Es la reacción natural contra tí, contra tí que me hiciste tanto daño, que me hiciste creer que el laberinto tenía salidas, que me hizo creer que las letras las hay mayúsculas y minúsculas, que los días cambian y la gente no debe aburrirse dándose toda. Pues no puedo sino reaccionar así, que te lleve el viento, que te saque pronto de mi vida como las cenizas de las lágrimas, que te lleve como el vapor de los trenes, que te difumine como el vaho absoluto de un beso que no fue".

- La cámara muestra a Icaro que cubre, -en el techo de un edificio antiguo, majestuoso-, con sus alas a la palomita que yace muerta. Justo en el primer piso del edificio está el niño, que sigue llorando y la mujer ya se fue. El niño se pone en posición fetal y agarra el cuchillo de nuevo en señal de defensa. La cámara en reversa muestra como la mujer se fue y como cuando lo dejaba al niño trató de estrangularlo con su bufanda. El niño rápidamente gritó y la palomita lo escuchó y se clavó en picada sobre el brazo de la mujer. La palomita murió instantáneamente. La mujer salió corriendo e Icaro partió por la palomita. Nuevamente se enfoca a Nafta, que se levanta (visto desde arriba) de su escritorio.

"Los saludos al mundo del dolor son míos. Todos tenemos nuestras divisiones internas y nuestras peleas. Hoy ni nunca es mi día. Mi día no existe."

Nafta levanta su cara y mira al cielo, la cámara se aleja en espirales counterclockwise que van cada vez más rápido. La música es ahora 1000% envolvente, la experiencia es TOTAL.

Voz en off: "Los silencios. Prueba los silencios...."

miércoles, junio 01, 2005

las mariposas ciegas

Hay días en los que no tiene uno nada que decir. Hay días en los que la música lo dice todo y sobran las palabras y hasta los silencios. Hay días en los que las mariposas olvidan de que tienen ojos y chocan entre sí, y vuelan entrelazadas en carruseles, mil paisajes que las rodean que lo forma uno solo visto en mil formas.

Hoy la lluvia entrelaza mis pensamientos con todos aquellos pensamientos de niño, las batallas por el hámster valiente, el juego de monja muerta o te mato, la bolita de naftalina perdida, el colmillo del abuelo colgando en el culo de la vendedora de almíbar, el pan hongoso más grande gana... qué tiempos aquellos! Me acuerdo esa vez que fui donde esa señora que tenía su castillo frente con frente el de mi tío abuelo, el que inventó la Revolución Industrial, y le dije "si esto es Venecia le regalo un MP3 Player", claro como no entendió nada se armó la guerra y vivimos 500 años de miseria y desbondad que arrasó nuestros pueblos. Pero bueno, me entienden lo que quiero decir verdad? Que existen días en los que es mejor escuchar, y no hablar.

O de esa vez que tuve que ir a una entrevista en TVSilvania y me preguntaron que por qué no me veía en el espejo y les dije "qué?, nadie sabía que tengo limosina al frente de mi hogar?" y salí corriendo despavorido porque en realidad no me había peinado. Pero esa vez no tiene nada que ver con lo que estamos hablando, igual es chistoso. Era para decir que salí en la tele.

Y hoy vuelvo nada más a mis raíces, a las de debajo de la tierra, a mi ataúd extrañoso, a mi gota de sangre de peluche, a mi primer mordisco seco, mi primer colmillo debajo de la almohada (que se lo tragó un hámster y murió en el segundo.. qué gran premio!, gracias ma!).

La nostalgia no es tan mala después de todo. Vuelven los olores del alma, los primeros, los dulces y los aromas de nuestras vampirescas y subnormales familias...

Wiz.