domingo, septiembre 18, 2005

antídotos

Volaba en mi ultraligero por Toronto como lo hago los miércoles. Se acuerdan que generalmente trotaba y me decían mi nombre y la historia del helio y hablar chistoso y todo eso?? Bueno, es mentira. O sea, no se si mentira pero es una historia que yo me inventé cuando tenía 4 años y esperaba el bus de la penitenciaría que me llevaría a casa después de que envenené a 143 palomas con ácido bórico en la primera edición de las Olimpiadas o algún campeonato interbarrial de indor fútbol. Tampoco recuerdo bien.

Bueno volaba por Toronto y divisé a lo lejos un cementerio. No era cualquier cementerio, tenía la forma de un diamante y si es que me iba muy pero muy arriba era como un punto. Han visto ese raro efecto que tenemos de tratar de aplastar con el dedo las cosas o las personas cuando están lejos? Bueno ese efecto no me interesa en esta historia. Sino el diamante. El diamante se empezaba a hacer cada vez más grande mientras bajaba en mi águila de acero... yo le digo "Ibuprofeno recalcitrante", pero como tiene tantas consonantes seguidas prefiero decirle "Aerosol" que es como mejor me llevo.

Yo le pongo nombres a las cosas. Una vez estaba con unos amigos en casa. Veníamos de follarnos cien hámsters, una abuelita parapléjica, dos ovejas gemelas, siete melones podridos y un aventurero se pegó un tarro de pegamento en la ingle... le decimos el Ingle. No es chistoso. Y ese momento me dí cuenta de la enorme habilidad que tengo para ponerle nombres a las cosas.

Como esa vez que empecé a vender CocaCola por correspondencia. El sistema era el siguiente: la persona me escribía una carta desde cualquier lugar del mundo y yo tenía que irle a dejar una CocaCola en su casa en menos de 48 horas. El juego me duró 4 CocaColas porque se me terminó la nafta de mi ultraligero (el Aerosol, ya saben) cuando sobrevolaba Montpellier y aterricé (ya lo deben haber escuchado) en la punta del Concorde... y claro dijeron que ya estaba viejo, que no se podía usar y todo eso.. bueno no... todo fue una pantomima que organizaron los dueños de la cadena de pistas de patinaje en hielo más grande de Siberia para tapar todo este plan maestro de destrucción que hemos venido develando a lo largo de estas líneas anteriores.... (siempre quise decir eso en un mail para sentirme importante).

Ah y como esa vez que estuve 3 años debajo de un puente para ver si pasaba una señora que se meaba siempre en un eucalipto en Bogotá. Claro el problema es que el puente estaba en Barcelona y yo no sabía que ella estuvo de vacaciones, entonces el policía me preguntó el nombre... y yo le dije Baygón. Y claro de ahí apareció el slogan "Con Baygon en los puentes no hay".. y fui famoso por los 17 minutos y medio que duré en la peni barcelonense hasta que me salvó un choque muy famoso entre dos corrientes marinas que hizo que se juntasen los oceános Atlántico y Pacífico (pero solo un ratito). Y ahí le puse nombre a... ya se imaginan.. el guardia de la peni... y le puse (es que se van a morir con el nombre que le puse)... el.... el....... el....... Guardia!. El Guardia.

De ahí en adelante fui poniendo nombres a todo lo que se ponía por delante. Cuando estaba en el auto recuerdo que les decía a las señoras viejas putas, y claro, no sabía que era verdad y por eso no se resentían. Luego lo supe y les decía viejas putas. Perdió el momentum ese chiste.

Bueno, los antídotos ayudan a curarnos de los males. Eso.

jueves, septiembre 15, 2005

Nafta-biz

Caminaba ayer por Transilvania, como un sábado cualquiera. El informe del tiempo me decía que salga con mis botas para lluvia, por lo tanto me puse mis botas para lluvia. Yo siempre hago lo que me dice la tele. La otra vez me dijeron "ten cuidado con lo que haces, contrata a seguridad Astroseg", bueno y yo contraté 130 guardias que están ahora en mi casa y la transformaron en un basural. Pero bueno, no me importa porque al mismo tiempo ví un comercial (les comenté que tengo 4 teles prendidas al mismo tiempo en distintos husos horarios)... claro y el comercial decía "si quieres tener tu hogar limpio, lávalo con Quaker"... y bueno compré 12 toneladas de Quaker que están en la alacena de mi casa...

El problema es que tengo demasiado Quaker en mi casa.. y así empecé una fábrica de Corn Flakes.. no sé cómo bautizarlos... tal vez NaftaFlakes?? Bueno.. al final el ministerio de higiene destruyó mi casa con 7 Molotovs y 4 extremistas que no encontraban el vuelo más próximo a Medio Oriente y terminé claro... muerto.. pero como ya estoy muerto solamente los 129 guardias murieron (uno se fue a hacer guardia al frente) y claro terminó tartamudo viendo a tantas milanesas de guardia muerto y Quaker y ahora se puso un cibercafé que se llama "El Titanio Ajeno".. no le pregunté nunca por qué...

Lo que les dice la tele es bueno.. a mí al menos me dió resultados.. tengo ahora siete cabañas en el Amazonas donde paso la mayoría del tiempo libre que tengo y me puse una fábrica de duchas para arriba, para que los genitales no tengan telarañas por la falta de uso. Ah, también estoy patentando un dador de vuelto que es más incómodo todavía que cuando te dan los billetes y las monedas juntos.. (éste te los da intercalados en denominaciones bajas de monedas de distintos países)... creo que me va a ir bien.. hoy peco de optimista.

Y Uds.??

martes, septiembre 13, 2005

Divagaciones Invernales que Esperan la Primavera

La vida es cíclica, como las estaciones del año; y esto es más notorio cuando uno vive eternamente. A veces uno está en un invierno eterno. Entonces todo es gris y te la pasas escupiéndole a la gente, gritándoles: “¡No te gustaba la lluvia, Zopenco!”, o tirando cubos de hielo desde la ventana en tu departamento en el decimotercero piso, porque el imbécil de tu primo Westimburgo dañó la máquina de hacer nieve. Igual no entra en mi departamento.

Otras veces es el otoño emocional el que no parece terminar. Como aquella vez en un burdel de Alemania que me hizo pensar en pisar hojas secas. Eso, a su vez, me hizo pensar en hojas secas. Me gustan las hojas secas… me hacen pensar en burdeles centroeuropeos.

El veranos es un poco mejor, pero solo me ciento en verano cuando estoy sudando copiosamente. Eso pasa varias veces, pero sobre todo cuando estoy estreñido, y esos no son los olores del verano.

Lo mejor es la primavera. Es tan fácil enamorarse y luego decir “no, fue solo una aventurilla primaveral” o “en el verano siempre hacen descuentos de abortos, dos por uno, puedes ir con tu hermana, a quien también me follé”

Pero no siempre es bueno andar enamorado. Uno comete los peores errores. Como aquella vez que conocí a Sacandra. Llegó a mi vida como llegan los carteros: la perseguía un perro y tenía una bolsa llena de cosas inútiles.

La rescaté con facilidad. Resultó que no era un perro que la seguía si no un hámster gordo que solo quería cariño. Esa misma tarde invité a Sacandra a tomar helados de sabores extraños. Me enamoré instantáneamente cuando me preguntó mi posición sexual favorita. Le respondí con honestidad: “el 68: tu me pegas un mame y yo te debo una”.

Poco sabía yo ese día que salir con Sacandra sería el camino más rápido a que empiece a pegarle a las mujeres. Y aún cuando me di cuenta que no era muy buena para mí, seguía siendo mejor compañía que mis revistas pornográficas: Abuelas Cachondas, Ls Aventuras del Señor Chanfle, Caliche, Embarazadas Parapléjicas, Matrimonio Transexual, Orgía Granjera y Resumen Cristiano Mensual.

Luego de varios años de encuentros pasionales y peleas apasionadas, nos separamos definitivamente cuando trató de matarme con un hacha. No le funcionó, pero esa es otra historia. En resumen, me salvó un amigo que venía llegando del Congo Ecuatorial y me traía 19 cocos de regalo.

La primavera es hermosa porque uno se enamora siempre. Eso y me vienen alergias. Hoy por hoy, ya no distingo una de la otra. No importa. Mis alergias son distintas. Yo no estornudo, me viene un ataque del síndrome de Tourette. Así, camino por las calles, se me tapa la nariz y comienzo a gritar “¡Mámame la verga, mámame la verga!” ¿Ven? Igualito a enamorarse.

miércoles, septiembre 07, 2005

para sobrevivir

Encontré un fascinante libro de mi abuelo que me regalo en mi cumpleaños número 275. "Lista de cosas para sobrevivir" y contenía un suplemento "How to smell Quick and Cacao and try not to die with a potato-shaped nose". Ese lo leo siempre y cuando me afeito lo pongo para recoger los gusanos de mi memoria.

Al primero no lo había visto en años. Mentira lo ví ayer con unas Vistazo, Hogar y Cosmopolitan que siempre deja mi mayordomo, Loq, que viene los martes. El libro tiene pasta dura, salsa fileto, hojas encantadas y ojos encontrados. Lo abro y lo primero que dice: "No nos hacemos responsables del alcance de estos consejos"... claro, nadie se hace responsable de ni una mierda. Me disfrazo de pollo, me amarro 17 tacos de dinamita y vuelo el convento más cercano, y claro no fue mi culpa, es que la dinamita explotó "sin querer" cuando halé del gatillo, o más aún, fue culpa del gatillo, manden a matar a la mamá gato porque se va a armar la casa de putas. Creo que me salí del tema. Así como una vez que estaba en el auto a como 180 kilómetros por hora y se apareció de la nada un elefante (ah es que no les conté que andaba en India, donde SIEMPRE se aparecen de la nada los elefantes). Y bueno, así apareció de la nada el elefanet, y yo, de la nada, saqué mi ovillo de hilo y lo empecé a dar vueltas como solía hacer cuando vivía en Bangladesh en ese intercambio del Rotary Vampire Club de Madagascar cuya fake id todavía cargo cuando quería tomar ponche gratis en las graduaciones de mi amigo Slod, en los Pirineos. Pero bueno. Ahí me salí de la ruta. Y aquí me salí del tema

"... una cuchara de aliento de dragón, dos porciones de sal yodada, siete camarones, un lavavajillas, dos niveles, un pincel, el acta de fundación de Belize, el último informe de censo de Panamá, el número de espinillas de un adolescente promedio, el número de pajas de un adolescente promedio y la correlación entre su aparición y su frecuencia, el Código Da Vinci (está de moda, por qué no?), un andamio, un neón que dice "loosa", el último disco de los Caifanes, un ladrillo del muro de Berlín falso, cenizas de un cigarrillo apagado en un concierto, las entradas del concierto, la mina del concierto, un pastel de milhojas y siete grillos"....

Ah no, esto no era del libro, es mi lista de compras para el súper.. es como como Loq no ha venido no se imaginan lo sucia que está esta mierda... pero bueno, lo del libro se los cuento otro rato, igual es muy divertido. Como esa vez que me fui a Mongolia en busca del arca de Noé y lo encuentro a Noé en una Harley Davidson con una camiseta que decía al frente "68" y en la espalda "I'm the 1 you need"... y le dije.. "no que entraban por pares?" y el me dijo, "sí, pero la zapatería la cerramos en enero, tú sabes demasiada humedad te caga el negocio".

Wiz.