viernes, marzo 31, 2006

Gastronomía Extrema


En el Barrio Chino estábamos mi primo wolfgang, y otros dos, los del resto-bar de comida asiática pensaron que era de migración y que estaba investigando si vendían cachufleta frita y hámster de la comarca, los cuales eran prohibidos y no podían ser comercializados sino solo por, la Empresa Comercializadora de Hámster de Transilvana ECHT.

Muy mala cara me habían puesto cuando entramos solo por que le pregunte si vendía cachufleta frita (si, y que, a mi me gusta), pero nada tengo que ver con la ECHT, en su amable acento cantones me dijo; -no cachufleta eso tal plohibido, no hamstel, pelo tengo otlo mejol plato pala vos-. En efecto el plato era un manjar pero cuando terminamos de ingerirlo sentí una sensación de agotamiento y como si me hubiera atacado un rotavirus de esos que tienen las vacas dementes del Londres, me levante a reclamar y comencé a gritar enloquecido, a eso se sumo mi primo Wolfgang, wolfgang que no habla, español, ni cantones, ni hebreo, no habla, usa el idioma de las manos, empezó a moverlas muy rápido y de una mesa de lado un grupo de personas que hablaban con las manos se horrorizaban con lo que decía, sabe dios que porquerías estaría gritando, uf!, en ese momento salio el cocinero, un asiático de unos 150 kilos con dos cuchillos enormes, decía que era maestro de kwong-po-chien( no se que es, pero sonaba muy peligroso), me apresure y saque de mi maletín tres monjas que tenia que llevar al aeropuerto para el vuelo internacional a Bali, si dos jovencitas con sus rosario y una Sor que estaba bastante pasadita de peso, la batalla entre las monjas y el cocinero experto en kwong-po-chien, nos dio tiempo para enredarnos en una pelea con la mesera del local, volaban, sillas, mesas, viejitos de geriátrico en sillas de ruedas, los de la mesa de lado insultaba, sabe dios que cosas con las manos!!!, pudimos con mi primo Wolfgan salir de local y los otros dos tipos que nos acompañaban, perplejos, lograron escapar también, al salir hacia la calle pudimos respirar el aire contaminado y tan añorado de nuestra querida ciudad.

Comer donde los asiáticos es siempre una aventura gastronomita, -la próxima vez Wolfgang, a Burger.. .


Hoy, complot, jakeka!, cuello dolor, aspirina, desayuno ligth, dolor, gripe
trancazo, mareo, dolor, tomare remedios o ajenjo, no hay mas, muere o vive, o...me tomo una tapita del desinfectante limpiador de baños?.
Mi primo Wolfgang compró crema cif y me dijo: -pásate por todo el cuerpo y préndete con un fósforo-

regreso al sarcófago

ssssssssssssfiuuuuuuu...

sábado, marzo 25, 2006

Se dañó la tele, la puta madre. Bueno dicen que los mejores días de lluvia es mejor pasarlos afuera, por los rayos, dicen. Dicen que el amor llega, que los mejores cepillos de dientes son los que se pueden cambiar las cabecillas, que las mejores minas son las que se cambian de ideas, los mejores amigos se cambian de minas, las ideas son las que se cambian de amor, y los cepillos son los que arreglan las teles. Dicen cada huevada. El otro día me encontré una viejita que me decía "nunca me lo habían metido doblado", y yo le dije, nunca me dijiste que tenías ochenta y nueve años. Dicen que si tienes suerte, estás mal en el amor, que si estás mal en el amor, tienes ricas minas, si estás con sueño eres un perezoso y si estás con hambre, glotón. O marihuanero. Por la leona dicen. Otra huevada, que es mejor pájaro en mano, que ciento volando. Yo por mi parte me lavo el pájaro cuando se me canta el culo (ver post de hace 2 semanas) y si cien van volando, a mí me importa un carajo. Mi pájaro vuela limpito-conciencia-tranquila, no me jodas, agarre lo que pueda, que paren el mundo que me bajo.

Empiezo a pensar que me aburre la tele que me compré. Tal vez si es que tuviera algún otro dispositivo de diversión. Un guante tridimensional, un quincho para parrillas, una conexión a la cámara web de la curia o si funcionara. Creo que el tipo tenía razón cuando me dijo, si la quiere lavar, que no sea por dentro. Yo no les hago caso a los de la tienda. Metí mi manguera (se presta para dobles sentidos) por el agujero que le hice a la tele y claro salió un chorro que la dejó limpiecita. Eso sí, la dejé prendida para ver si la imagen se veía mejor. Dicen que se no se debe hacer eso. A mí, me chupa un huevo. Limpié la puta tele, y el vendedor se cagó de risa. Me follé a la hermana del vendedor. Even.

Leo un graffiti en la calle:
"Y regreso al planeador, al de los sueños. Por el que veía las cosas chiquitas como los espejos retrovisores pero al revés. Y engullo las nubes y tus palabras y tu aliento. Y veo las gotas de sudor que empapaban mi parabrisas invisible y me doy cuenta que te quiero tanto". Graffiteros estúpidos, pienso, y sigo caminando. Voy por donde siempre quise ir, por la vereda, por el puto camino de no regreso y apuro el ritmo cuando me doy cuenta que me siguen. Mi sombra, digo, o la mina a la que mucho tiempo atrás le dije que era Elvis-tec y se cagó de risa y se enamoró de mí. Porque tengo un gran paquete, me decía. Dicen que tengo un gran paquete. Qué mucho FedEx? les digo yo. Dicen cada huevada.

Hace 2 semanas mandé a comprar un spray para que no escriban más graffitis en las paredes del castillo. "Se vende, apúrate que soy virgen", "Fui a volver, si ven a mi novia, tírensela a mi nombre, igual es rica, buena onda y puta", "Si eres tan macho, muéstrame el bizcocho", "Gerardina te amo", "Por ahí no" y otros memorables que con pena tuve que eliminar de mi cochera. Dicen que las paredes son para tenerlas limpias. Yo digo límpiate con suerte el culo y deja vivir al resto. Al final, no somos sino putas de nuestras propias intimidades. Nos vendemos al que nos conviene y sostenemos lo contrario hasta que nos muestran el chiquito. Que digo, no por ahí, ay! Recuerdos, recuerdos.

Dicen que el que mucho abarca, poco aprieta; que es mejor aprender de los errores de los otros y no cometerlos. Nada más rico que cometer un error con la abuelita de tu novia mientras ella está comprando un pollo para hacerte tu plato preferido. Nada mejor que cometer un error, un craso error, un error mayúsculo, como encontrar la clave secreta de una caja fuerte y descubrir, que todos, al final, estamos vivos.

Soy un fan de mi tele apagada. Ahora la amo. Camiseta, A-M-O- (corazón), y en la espalda M-I--T-E-L-E; y en las mangas A-P-A-G y en el cuello, -A-D-A. Amo, amo. Y la pecera a la mierda. Igual ya todos los pescaditos flotan. Y el spray de la pared para que no graffiteen ya me lo olvidé de nuevo. De nuevo la gran puta. Y la valienta de paso. Dicen que uno maldice nada más para dejar fluir un poco su maldad, de lo contrario nos volveríamos locos. Yo digo que maldigo cuando se me para el higo. Y hablo como me da la puta gana, si al final tantos dicen de todo; y todos saben y soban tanto. Amo que me soben el paquete, hablando de inflamaciones intravenosas, y amo que extiendan los peores pensamientos sobre las personas buenas, porque todos tenemos un submundo más o menos profundo, con raíces más o menos cuadradas. Cuál es tu signo, me preguntaron. Dicen que es de mala suerte, les dije. Y me dieron con un cuchillo en la nuca y me desperté, como tantas veces, desnudo en un callejón abandonado. Y como tantas veces fui a la comisaría y dije, No, esta vez no están inmiscuidas sus hermanas, oficial, ni la handycam ni las ovejas del frente; Tampoco el látigo, oficial, esta vez es verdad. Se me cagó de risa. Lo de las hermanas fue mentira, son más ricas que comer dulces cuando estás lleno. Que chupar cuando te duele el alma. A ratos lanzo mis dolores, mis angustias, y como un boomerang regresan. A ratos no. A ratos te extraño tanto que formo con mis frases tu nombre y te mando mensajes subliminales que se quedan en el olvido. Otros ratos no. Te odio otros ratos, porque sacas lo mejor y peor de mí. Y porque te veo, y porque me encuentro en vos, y porque sé que al borde de la cornisa, casi a punto de caer, no sientes miedo, sigues sonriendo....

Así es la vida, dicen; a veces se gana y otras se pierde; a veces está con virus tu PC y otras veces tu vida no es más que un problema insoluble; una anti-vitamina. Yo esos momentos pienso y digo, que me chupen un huevo. Me jode que me etiqueten y que busquen mi felicidad; ya la encontré y la encuentro con cada palabra que estás leyendo; la encuentro cuando no encuentro tus besos y cuando me doy cuenta de que soy capaz de ello; la encuentro cuando me despierto y me cago de frío porque no estás; cuando tiro un hámster al blanco; cuando me follo un pekinés. Soy un vampiro feliz, y si alguien me jode, la gran puta lo mando a freir monos con salsa de soya. Por el colesterol. Feliz, como volver a casa, como frutillas con crema o un concierto; feliz como tu canción preferida con tu persona preferida, feliz como tu sonrisa impregnada en un papel; como una foto en la que me decías que me querías ver lejos, que te deje de perseguir, porque de lo contrario llamarías a la policía; como tu letra en la carta de divorcio o cuando me quitaste la custodia de Tolstoi, nuestro salchicha-asesino. Feliz como cuando íbamos a sentir la muerte cerca, o las campanadas de las doce. Feliz como extrañarte, ahora que estás tan cerca y tan lejos, en presencia y en ausencia, tus olores me invaden y yo con gripe.

"El mejor día es hoy, porque mañana a lo mejor no estoy". Ese lo dejo. Me inspira compasión. Al final los humanos son tan estúpidos. Fade out. Luces off. Tan tan final. Game over.

jueves, marzo 23, 2006

36 agujas.. .

eso ofrecían en el vagón, 36 agujas, y me puse a pensar todo lo que con 36 agujas podría realizar; una cama de faquir con 36 agujas, 36 escarbadas de los dientes para sacarte las mugrecitas de las caries, desinfectar las agujas con alcohol y volver a usarlas 36 veces más, infinito, 36 agujas para 36 pantalones y/ o calzoncillos agujereados, 36 espinillas reventadas con 36 agujas que podrías desinfectar de nuevo después de escarbarte los dientes para reventarlas (sin desinfectar no vale, Hay que cuidarse), pinchar a la compañerita de trabajo en esas nalgas deliciosas unas 36 veces con cada aguja para después pincharle con la aguja mayor, también podrías fijar 36 mini brochetas de verdura y jamón, claro luego de desinfectar las 36 agujas después de haberlas usado para reventarte las espinillas, podrías hacer el juego de las mil agujas (claro, versión 36 agujas), es que con la crisis no viene mal ser ahorrativo, podrías usarlas para tantas cosas.. .los hámster están incluidos, mientras los follas les pinchas 36 veces en la nuca.. .y a las monjas?, bueno a las monjas es mejor darles vaselina siempre son muy recatadas. Suena inclusive a título de película de cine independiente, claro que tendrían que participar hámster ,monjas, vaselina, mini brochetas, alfajores, dientes cariados y eso de conseguir dobles para los protagonistas de los dientes careados es medio carón.. . Que hermoso, poder pincharle 36 veces y poder decirle luego TO-PA MAS CHAN-Sssss fiuuuu!…………..! Me muero!
Que harías con 36 agujas?

martes, marzo 21, 2006

volviendo

Tanto tiempo que no he escrito. Me vale un culo. No asumí un compromiso con Uds. y si Uds. lo asumieron conmigo, bueno, ojó. Cada uno hace con su culo lo que se le canta, bueno mi culo no canta, pero una vez ví un transformista en Marrakesh que lo hacía, y bueno, de ahí el dicho, hueles a culo jugado fútbol, ó haz lo que se te cante el culo.

Han pasado muchas cosas en mi vida. Dos dálmatas, siete ovejeros y un desfile de militares de todos los países que enarbolabaa una bandera gigante que decía "queremos guerra, sino nos aburrimos como ostras"... y al final una monja con un estandarte "no es que estaba encinta, sino que comí mucho marisco".

Los hámsters siguen iguales, pequeños, lisos y clandestinos, como guantes de terciopelo con patitas que me imploran que los folle sin cesar, y yo les digo, que aquí César no vive, pero que pregunten abajo, por si no me creen.

Me compré una tele blanco y negro. Esa es la principal novedad de estos meses. Se demora en prender y hace fuegos artificiales al apagarse. No tiene canales, porque en Transilvania solamente hay cable, y claro cuando al tipo de la tienda la pregunté si tiene cable y me dijo "claro, y esta diuca para vos", entonces entendí que no iba a tener cable. Entonces dije, juego Playstation III en escala de grises, "difumino el mundo con mi joystick", y claro pospusieron su salida y me cagué en tres tiempos. 1, 2, 3. Lo que me cantó el culo, en estrofas.

Al lado de la tele puse una pecera, dicen que es buena para el stress. A mí no me resulta mucho porque cuando quiero estressarme la veo y a veces me meo en ella, pero aparte de olor a pescadito con úrea muerto, no me stresso ni una mierda. Creo que voy a devolver la puta pecera, y la tele también, por si acaso. No vino ni con control la mierda, la pecera digo, los pescaditos cuando mueren se ponen a flotar y me cagan la competencia que suelo hacer los sábados para cronometrar quien aguanta más tiempo la respiración en mi pecera. Un amigo se aguantó siete minutos y medio. Yo le dije que estaba loco, pero luego me dijo que él también tenía una pecera, pero con una tele a color, y que eso ayuda. Yo le dije que en serio se haga ver, y me dijo, fui a ver al oculista, y qué te dijo, le pregunté, "que me ve muy bien". Y claro después de ese diagnóstico, para qué voy a volver. Tal cual. Para qué va a volver. Si tu oftalmólogo te dice "te veo muy bien", seguro se está proyectando y eso quiere decir que ves bien vos también, o que él quiere que veas bien, la tele, la pecera o el desfile.

A veces dejo de escribir. Es que como ven ando demasiado ocupado. Dicen que van a retomar el tema del metro en Transilvania. Yo a veces estoy a favor y otras en contra. Hubo una semana que incluso fue dirigente de las dos comisiones al mismo tiempo. Era divertido, habían muchas reuniones, votaciones y hasta órdenes del día. Yo empezaba las reuniones siempre con alguna canción de los PetShop o BonJovi. Por eso me echaron, no porque estaba en las dos comisiones. Al final se hace el metro me informaron. Yo firmé no más, pero para que me devuelvan mis discos.

También fui a dar serenos. Me disfracé de mariachi, me colgué una anaconda en el hombro y salí por Tijuana una noche. La anaconda duró menos que lo que dura una trucha en una fuente llena de pirañas intelectuales. Muere de aburrimiento. Es como jugar al Club del libro con siete putas. Los serenos no son lo mío, aunque la guitarra es buena para guardar los peces que se ponen negros en la pecera. Muerte marina a la mexicana. Hice una exposición y el curador vomitó dieciocho veces. Es arte, le dije, y si tanto le molestan haga lo que se le cante el culo. Y lo volé en mil pedazos con la tele. Ahora no tengo tele y mi guitarra está vacía, pero la pecera sigue ahí, con mis pescaditos flotando muertos y yo digo, me dejarán poner peceras en el metro?

Wiz