viernes, junio 03, 2005

las mayúsculas y minúsculas

La cámara enfoca a Nafta desde arriba. Su mechón de pelo (ahora rojo y brillante) refleja un poco la luz. Se acerca lentamente a su escritorio, tiene una de esas lámparas verdes antiguas, las de biblioteca. Toma una pluma y antes de untar su punta en el tintero, saca un puñal y se lo clava en la pierna. Un chorro mínimo de sangre brota como un manantial hacia un frasquito. Seca las lágrimas rojas de su piel y se ata un pañuelo a la pierna. Luego vacía el frasquito en el tintero. Está listo.

"Durante los años de mi peregrinar por las planicies de mi adentro, durante los días y noches que sudé pensando en que la luz venía y no era sino que el túnel se alargaba. El túnel no tenía sino un lado, el oscuro. "

- La cámara muestra a Nafta, con una bufanda hermosa mirando al horizonte. Una antorcha le ilumina el rostro desde abado haciéndolo parecer bueno, haciendo que la vida parezca mejor para quien lo ve. Luego la imagen se va en fade... se confunde con lo que viene.

"Y no me encuentro sino con deadends, laberintos insolubles que tienen una sola puerta de entrada, sin salida. Me topo con sonrisas falsas, sentimientos macabros, me siento con ruidos infernales que taladran mis oídos y no me dejan pensar. "

- Se muestra la imagen de un niño pequeño con un cuchillo que lentamente persigue a una paloma. En blanco y negro. Paisaje urbano. La silueta de la paloma se refleja en un charco, hace mucho frío, el viento mueve muchas bufandas blancas en los cuellos de la gente a velocidad normal, mueve los cabellos, mientras el niño y la paloma se mueven en cámara lenta. La gente también se mueve en cámara lenta.

"No me dejan pensar tus ojos, tus orejas malditas, tus labios de pecado que me dijeron tantas cosas hirientes, tanto dar y no recibir, tanto volar en círculos, Icaro ciego, sin cera en sus alas"

- Se muestra a Icaro, completamente negro, que sale volando de una plataforma hipermoderna sobre un laberinto formado por edificios raídos por la guerra, como un paisaje de devastación. Tiene una paloma pseudo-muerta en sus manos, es completamente blanca, él vuela muy rápido, se refleja en los vidrios de los edificios, viaja a cientos de kilómetros por hora y choca con las esquinas, está desesperado, le salen lágrimas de sangre que chorrean en su piel negra completamente.

"La música pega durísimo tus oídos. No sabes para donde ir. You can run but you cannot hide, En el fondo se ve una ola majestuosa que se va formando. Es tu ser, tu espíritu sin raíces que vuelve a la nada, que se convierte en ceniza, en lo que fue y en lo que va a ser, un eterno y amargo sobreviviente de la vida hasta volver a ser feliz, ser nada."

- La cámara pasa en cámara lenta enfocando de cerca a Icaro con la paloma quien mira hacia abajo y ve al niño que está llorando en una esquina. Caen gotas de la hoja y de sus manos. Hay una mujer que lo consuela y le ata su bufanda blanca en el cuello para que no tenga frío. La música se vuelve un rock sinfónico que llena los oídos, se usan todos los recursos para que el público esté ahí, con la música.

A Icaro le tiritan los dientes del frío. Cae un aguacero helado y sigue con la palomita que respira muy rápido y deja gotas de sangre mientras vuelan. Se enfoca a algunas gotas desde que salen del pecho de la paloma hasta que caen al pavimento. Salpican a la mujer en su abrigo gris. Ella mira para arriba.

"La vida no tiene más sentido. Solo respirar y respirar. Todos nos van a fallar, nos fallaron o nos fallarán. La soledad no es más una piedra de tope, es el camino, es la tranquilidad absoluta. Es la reacción natural contra tí, contra tí que me hiciste tanto daño, que me hiciste creer que el laberinto tenía salidas, que me hizo creer que las letras las hay mayúsculas y minúsculas, que los días cambian y la gente no debe aburrirse dándose toda. Pues no puedo sino reaccionar así, que te lleve el viento, que te saque pronto de mi vida como las cenizas de las lágrimas, que te lleve como el vapor de los trenes, que te difumine como el vaho absoluto de un beso que no fue".

- La cámara muestra a Icaro que cubre, -en el techo de un edificio antiguo, majestuoso-, con sus alas a la palomita que yace muerta. Justo en el primer piso del edificio está el niño, que sigue llorando y la mujer ya se fue. El niño se pone en posición fetal y agarra el cuchillo de nuevo en señal de defensa. La cámara en reversa muestra como la mujer se fue y como cuando lo dejaba al niño trató de estrangularlo con su bufanda. El niño rápidamente gritó y la palomita lo escuchó y se clavó en picada sobre el brazo de la mujer. La palomita murió instantáneamente. La mujer salió corriendo e Icaro partió por la palomita. Nuevamente se enfoca a Nafta, que se levanta (visto desde arriba) de su escritorio.

"Los saludos al mundo del dolor son míos. Todos tenemos nuestras divisiones internas y nuestras peleas. Hoy ni nunca es mi día. Mi día no existe."

Nafta levanta su cara y mira al cielo, la cámara se aleja en espirales counterclockwise que van cada vez más rápido. La música es ahora 1000% envolvente, la experiencia es TOTAL.

Voz en off: "Los silencios. Prueba los silencios...."

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