Muchos Eventos Fiestas Banquetes Funciones... etc

A mí me invitan mucho a varias funciones y/o eventos. Bueno, la verdad solo unas pocas veces me invitan. Otras veces me robo invitaciones de transeúntes inocentes a quienes asalto a mano armada o encuentro atropellados en la calle o aparecieron en el bolsillo interno del saco de kashmir con el que me vestí apurado cuando llegaba el marido de la condesa justo cuando yo me venía en sus tetas. Otras veces me cuelo a las fiestas haciéndome pasar por garzón o policía. Otras veces, aún, me hago pasar por administrador del local y despido a dos guardias antes de entrar. La mejor manera de hacerse pasar por administrador es llegar con una libreta de anotaciones (mejor funciona un clipboard o "sujetapapeles"), entrar puteando a algún proveedor imaginario y despedir al primer gil que te pregunte algo. Más o menos así:

Entra "administrador", con su libreta de apuntes, mirando una hoja excel impresa con cualquier cosa (en este caso, el fixture del mundial España 82, con una lista de posibles candidatos para reemplazar a Naranjita como mascota en caso que la expriman. A mí me gustaba Olivita, pero tenía pinta marroquí, y después de 500 años podría herir la susceptibilidad de grupos pro-franquistas). Reclama en voz alta sobre los escargots que no llegaron y las copas que mandaron mal
-¡Yo pedí de Pinot Noir y me trajeron de Agua! Me cago en los hijos de puta y me culeo a sus hijas y sus perros, y me cago en Judas y en la tapa, y si vuelven a traer las copas equivocadas se las meto por el culo... una sana y una rota, en ese orden. Todas las copas, las trescientos que arrendamos. Los carevergas se lo merecen....
Entonces, interrumpe uno de los guardias.
-Señor, perdon... ¿puedo ayudarlo?
Entonces uno pone su mejor cara de perro rabioso defendiendo la comida, o de gaviota preñada cuando el barco pesquero cambió de redes a dinamita para sus labores, o de marido medieval cuando descubre que el cinturón de castidad de su señora ha sido violado repetidamente... por delante y por detrás. La señora está bien... pero el cinturón está hecho verga.... lo miro, pues, con cara de energúmeno (como el que sale del metro después de un viaje de media hora a las 7 de la tarde) y le digo:
-¿Me estás jodiendo, monigote? ¿Estás de broma, hijo de mil putas? ¿Esto es jocoso para ti, soplanucas? ¿Por qué no te vas un poquito a la punta de la verga y me dices como está ahí el clima? O mejor aún, ¿por qué no te vas a la mierda, es decir al barrio marginal del que vienes? Eso, ándate de aquí.... no te quiero ver más. O me consigues mis escargots y mis copas de Pinot Noir en la siguiente media hora, o mejor no vuelvas. ¡TE FUISTE, MAMAVERGA!
.... y entras... seguro nadie más te dice nada. Lo malo es que podrían pedirte cosas los invitados que te vieron y/o escucharon. "Más agua, jefe" o cosas así.

En fin, yo voy a muchas fiestas, eventos o funciones. Y casi nunca voy solo. Aunque es más exacto decir que casi nunca me voy de esas fiestas solo ifyouknowwhatimean. Pero eso es tema para otro día. En mis múltiples fiestas aprendí que uno tiene que elegir bien a su acompañante. Que no te pase lo que me pasó cuando me colé a la coronación de Napoleón. Llevé a la sobrina-nieta de Madame de Cryan-Saint-Jacques. La señora era una noble respetadísima en la sociedad. A su familia entera la habían pasado por la guillotina, pero ella se salvó porque le chupaba la piruja frecuentemente al juez, al verdugo y a casi todo el jurado. Bueno, ella tenía una hermana que también se salvó porque murió dos meses antes de la revolución. Los hijos de ella se escondieron entre la carne de los mercados de Les Halles donde los confundieron por lechones y los filetearon. Solo uno se salvó. Se folló a una tendera y nació mi cita de aquella noche. Yo la encontré en los jardines de los herederos de Madame Cryan-Saint-Jaques, planeando su venganza. Y como yo le tenía puesto el ojo a las joyas de la vieja (dicen que tenía un collar de perlas espectacular... luego me vendría a enterar que no tenía joyas, pero su collar de perlas era famoso entre el jurado de la guillotina.... ifyouknowwhatimean)

La cosa es que parte del complot involucraba entrar a la coronación de Napoleón. Ahí estarían todos los herederos y podríamos amistarnos con ellos para que nos dejen entrar. En cambio, ella comenzó a robarles discretamente (un arte que adquirió en los mercados parisinos). Cuando me dí cuanta ya les había robado a todos. Le dije que ahora era imposible entablar una conversación con ellos. Se rió, me propinó una patada en los huevos, me robó mi dinero y mi sujetapapeles (que desde entonces ya era la mejor técnica para colarse a una fiesta) y salió corriendo. No la volví a ver. Ella no era la compañía correcta para llevar a una fiesta. Nunca confíen en una puta de mercado que solo quiere venganza. Que no les pase lo que a mí.

Esa fue mi lección del día. Creo que me quiero dedicar a la docencia. Profesor Naftampiro... Doctor Naftampiro... si, todo eso suena bien.