martes, mayo 17, 2005

Los esquemas estúpidos

Bueno, hoy iba a verme con una de esas vampiras mortales, de esas que te hacen perder la cabeza (al igual que le pasó a mi amigo Éclaire au Chocolat hace tiempos à Paris pero esa es otra historia), de esas que piensas, y al final no piensas. Bueno de esas.

Y todo indicaba lo contrario. Las notas volaban como hojas y ella nunca las recibía, tal vez yo nunca las mandaba con fuerza. Es como esa vez que una prima de mi novia me dijo "si me vas a follar, métemelo doblado", todavía me duele. Bueno y no llegaban mis mensajes, por débil, por no tener la radio sintonizada, porque las frecuencias a veces simplemente no se encuentran.

Bueno y hoy, que parecía un día normal, de esos que hay que ponerle ganas para que no sea tan Lunes, bueno hoy al parecer había leído una nota, una telepática, una de esas en las que le decía "se mía, pero no voy a hablar, estoy harto de enviar señales". Y por un instante descubrí que me moría por ella. Ah, eso me acuerda de una vez que iba por Panamá y un tipo me dijo "yo por esa mujer hasta muero". Lo acribillé a 137 balazos. No conocía a la mujer. Pero qué chucha, si el man dice, que cumpla.

Y ahora que no pudimos ni despedirnos entiendo que hay cosas que no deben darse, maniobras insólitas de la vida, de la puta vida que nos recuerda que no existen los días justos, que la lluvia te moja aunque estés dentro de tu casa, no tanto por fuera, sino porque no te deja salir a disfrutarla. No sé qué decir, fóllense sus hamsters como si fueran los últimos del mundo, compren todas las bolas de naftalina, muéranse de amor y odio, quémen sus diarios de no-sé-q-hacer y equivóquense, a mil equivóquense, que al final el fade de la canción siempre va a sonar y son Uds. los que van a sentirse llenos o vacíos.

Los álbumes y las Glorias estúpidas abundan, no dejen morir su rebeldía ni su instinto que los días injustos van a parar de venir y los esquemas estúpidos, al igual que las notas mariconas, han venido para quedarse. A instaurarse el miedo a vivir!!! Si al final lo más cómodo es seguir el camino donde los grandes hijos de puta depositaron sus pensamientos anacrónicos y sin-penso. Al final, el siguiente mordisco va para tí, pero no por mí. Y muero mil veces. De nuevo.

Wiz.

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