martes, marzo 15, 2005

encargos

Yo viajo mucho (se deben haber dado cuenta) y tambien tengo muchos amigos (¿"amigos"?) regados por todo el mundo. Así que es típico que me reuna con ellos cuando voy a alguna ciudad y siempre termino prometiéndoles mi retorno. Es que hay lugares imperdibles, como Rumipamba de las Rosas o el callejón en el que me desperté en Chicago (cerca de un Seven Eleven y del putero del que me botaron a las 4 de la mañana, una hora después del cierre habitual)
Lo típico es que regrese a mis ciudades favoritas, para comer donde Nichola's (el original siogue siendo el mejor), para follarme un cuy en el valle Los Chillos, mear con los gatos en uno de los canales de Venecia (a mi me gusta abajo del puente de los lamentos) o tratar de venderle la Torre Eiffel a algun turista borracho buscando bohemia en Mont Martre. Siempre vuelvo a las mismas ciudades, y siempre me escribo con mis amigos y/o conocidos.

Y ahi estan los animales de monte, haciendome una diversa gama de encargos ridículos. Yo, que viajo ligero (una nunca sabe cuando va a tener que dejar el país para evitar una deportación). Nunca falta C, que vive pidiéndome Turrón. Le explico que en San Francisco no venden turrón como en los kioskos de BBAA, pero él dice que todo eso le vale verga. Él solo quiere su turrón. O aquella que me pidió unas carpetas de su universidad. Ahí yo me dije, claro deben ser papeles importantes que olvidó (yo una vez llegué al aereopuerto sin mi pasaje, que había dejado en un bar a hora y media del aereopuerto) Pero no, ella quería las carpetas solo por el logo. Las carpetas estaban vacías. Esta gente cree que yo viajo con tres maletas vacías. Otro siempre me encargaba un micrófono que valía como US$ 150, pero sabía que no tenía plata para pagarme si se lo compraba.

Estoy de acuerdo que hay que llegar con algun detalle hacia tus anfitriones si estás de huesped con ellos en alguna ciudad. Yo siempre viajo con alguna de mis biblias modificadas, un par de hamsters escondidos en mis pantalones (a veces llevo uno "enchufado"), una colección de tazos (siempre hay un niño al que se le puede robar), algun muñeco de Bob Esponja o alguna artesania andina producida en serie en China. Pero eso de los encargos..., por favor. Si vamos a pedir algo, seamos sensatos.

Por cierto, ahora estoy en Lima. Si alguien viene por aquí, ¿podría traerme un juego de copas de vino Riedel? Necesito seis para inagurar unas botellas de Pinot Noir de Ironhorse que me traje de mi viaje a Napa. Un vino como este, ¡solo con las copas adecuadas!

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