sábado, diciembre 17, 2005

las 3 caras de la moneda

Cumplo crayones cranky croqueta crocante

Creo que voy a romper el viento amenazante
con tu sonrisa estúpida, con la vuelta del pañuelo que me lanzas por la cara cuando te sonríes y por la expresión de desconcierto al ver que voy de largo.

Ciruelo lagarto durazno dentífrico.

Busco en tus sueños almohadas rellenas de peluches, de olores dulces, de rosados y naranjas. Busco una pizca de maldad en tus sueños y encuentro millares, miles de millones de dolores nunca pensados, nunca sentidos.

Quiero comerte encaramelada.

Las voces del interior guardan la compostura mientras mi alma se desmenuza cuando te ve caminar, mientras te guarda posturas inadmisibles y otras menos explícitas. Mi alma se satura de verte cerca, y lejos y cerca y lejos. Eres como el martillo de mi tío Vaginoberto, el partía mesas para vivir, era mesero. Y la partía a mi tía también.

Vuelvo con hambre, quiero un hámster.

No podía sino tener alegría, como la de ahora, la que te dice que vas a ganar solo compitiendo, la que te pone en perspectiva y rompte tu aliento. A esa, con esa, me quedo. La mejor no siempre es la más cuidad, sino la más convertida en sueños. Me duermo y no escribo nada con sentido. Al final somos todos flechas equivocadas de signo en las calles de poco tránsito. Las olvidadas.

Tío Vagino, estás por ahí? La tía te llama, y anda caliente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tío Vagino,ivaginate un vundo lleno de topos como vos!, ivaginate!!!, ve que la tía quiere que le partas el oruro