sábado, noviembre 20, 2010

¿Y las consonantes? - Búscalas en NaftaNet

Buscando una razón para existir, Naftampiro se retira a la Isla de las reflexiones y los hallazgos extraños. Encuentra, entre otros ítems, dos pelucas, un router wifi, el GPS de Cristóbal Colón, catorce cubos Rubik y un mapa de ataques suicidas.

Soy extraño, se dice a sí mismo, y sigue buscando. Encuentra que todo lo que tenía sentido se pierde en la niebla y que existe una máquina, una gran máquina para producir pan. Se extraña, como Uds. seguramente lectores, de tener la capacidad de encontrar tantas cosas inconexas. Y hace lo que Uds. hubieran hecho. Se pone un cibercafé. NaftaNet.

Y se da cuenta de que existe una máquina de pelucas y de GPS y brújulas y smartphones. Lo que no encuentra sin embargo es la razón por la que las consonantes son tan difíciles de pronunciar cuando van seguidas.

Y se acuerda de esa vez, en Oslo, cuando fue con su novia, la subcondesa Chemisse Vanilla-Choco-Krispies y su otra novia la subretroarchicondesa Kilometrik-Pasaje-Montaña, recién importada de Nepal. Y subieron por todas las montañas que creyeron posibles. Y encontraron la máquina de niebla, y unos jugos en polvo, y unos cubos de agua congeladas a los que llamaron con el dulce nombre de Kilometric-Vanilla, en honor a las dos. Este nombre pasaría a la historia como el valle de Juliembre, por los meses de nacimiento de ambas.

Volviendo entonces a la realidad, habían votaciones en Transilvania. La gente no sabía por qué votar, pero les encantaba reunirse, contar papeles y dibujar pescados. Entonces lo hicieron, obvio. Generaron el primer mercado de papel marino, que, junto con los nombres de las subcondesas, llamaron submarino. De ahí el parecido con los pescados.

Pero Kilometric-Pasaje-M, como le decían de cariño, tuvo que regresar antes ya que tenía un evento de lucha contra los que luchan contra los eventos. Tenía un movimiento llamado "Rebeldes contra el rebelde", que era muy cotizado entre los gobiernos. De esta forma, ciento cuarenta malabaristas chinos podían contra casi cualquier cosa. Menos contra los fotógrafos.

Ellos sí eran intocables. Pero eran todos ciegos. Esa hacía entonces que las filas para cuando ellos votaban eran apetecidas porque la gente disfrutaba tomándose fotos falsas con cajas de cereal y pinturas anti olor.

Hoy me sobrecoge la angustia recordando esos días tan duros de sopor y desiertos, de largas filas y pocas columnas, de submarinos y fotógrafos. De cajas de cereal. Naftampiro siempre estaba, en uno u otro lugar, mimetizado con el ambiente, buscando la mejor manera de cumplir con su voluntad. Naftampiro generaba enormes sumas de pieles de camello para venderlos en el desierto. Pero nunca pudo llegar a pesar de que era el mejor vendedor.

Pero en medio de todo esto, su slogan: "NaftaNet siempre contigo, tome Coca-Cola". Lo demandaron a él, nunca supo por qué.

Wz

2 comentarios:

Tocteman dijo...

Broder:
Si te sabes el chiste de Pringles? El de "éramos una empresa de bolas de tenis, pero se estrelló un camión de papas y dijimos 'la mierda, trae los cuchillos'"?
Bueno, a mí me pasó algo parecido, excepto porque mi única empresa es la dominación universal del funk y porque no fueron patatas sino hámsters. No les di nada de comer y han de estar medio muertos, pero seguro siguen medio cachondos: ya le mordieron tres veces a la Carlita.
Quiero tu mapa de ataques suicidas, más que nada por esto:
http://www.youtube.com/watch?v=o_12E1EN6fs
Trancemos.

--
La Yunta

Anónimo dijo...

Son cosas tan obvias, nada mas hay que leer entre línas,la ultima vez que lei entre llíneas me dolio la cabeza por que se lei en-tre-cor-ta-do

ssssfiuuuu
10-4