miércoles, agosto 03, 2005

de nada

Hoy es un buen día en Transilvania. 28 grados al sol y 8 a la sombra, perfecto para un cognac debajo del álamo donde mi abuelo me contaba sus historias. De nada me decía, de nada son estas historias de mierda y paf! se moría engarrotado con sus típicos ataques de hemorroides galopantes... claro que yo tenía el antídoto perfecto que era (claro Uds. ya lo saben), meterle un tubo de desitín por el culo y decirle "abuelo, está todo bien, ya se fueron los marcianos"... y claro él volvía en sí con más ánimos pero cada vez con mayores ataques...

Cuando estaba muy malito, los ataques le venían cada 2 ó 3 horas. Era desesperante porque, aunque sus historias eran muy aburridas, como Uds. ya lo saben su principal hobby era contar números que sean divisibles para sí mismos, para 18 y claro (como Uds. ya lo sabían, para 8)--- 8 es el número de letras en naftampiro... nooooooooo, no es, pero bueno, casi... 8 es el número de días de la semanaa... noooooooo... tampoco... 8 es el número de puntos cardinales, claro si haces la estrella esa de los vientos que en el colegio nos salía tan mal. Tan mal como esa vez que ví a esa viejecita en el parque que resultó ser la abuela de mi novia que se follaba siete perros callejeros mientras un hámster gritaba "incendiooooooooo" y se reía, mientras otro (pintado de rojo), era la alarma... claro.. era una bachelor party típica.. ya saben... pintados de rojo, incendio.. lo típico...

Las historias de nada son las mejores. Las que nos recuerdan que la vida no es pretenciosa sino nosotros le pedimos demasiado, y por eso decimos que es injusta. Es injusta igual, pero a quién reclamo? A nadie ni a nada. Nunca descanses pero tampoco te olvides de disfrutar. La huevada no es ser el mejor sino dar lo mejor. Sonríe más. Sonríe siempre. Folla con forro.

Gracias, de qué? De nada.

Wiz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hey wiz, me encanta tu estilo. No puedo dejar de reirme cada vez que leo tus notas.

Besos,

Dra. G.