lunes, enero 09, 2006

las almas quemadas

Bueno. Tengo que confesarles que si no he escrito he estado, ya saben follando un hámster por aquí, dos por allá, cerrando los balances del negocio de rent-a-nun, cerrando las piernas de mi novia y su obsesión por los equipos de waterpolo, abriendo un negocio aquí, las piernas de la hermana de mi novia allá (mientras el entrenador was doing mi novia), pero bueno, entre un arbir y cerrar de ojos, negocios y piernas empieza otro año humano. Yo nunca me envejezco, y cuando me dicen "Nafta, a tí no te pasan los años", bueno yo los aniquilo con mi rayo ultrasonoro y exploto el cerebro del idiota que me lo dijo básicamente porque alguien tan pelotudo no merece recibir rayos del sol en la mañana ni ocupar espacio en la humanidad.

Hace un par de días me topé con un alma quemada, de esas reliquias de un cristal que fue luz y que ahora emana sombras por donde va, de ojos tristes y confusos, de miedo, de callejón sin salida. No es posible describir en diecisiete segundos la sensación de desolación y desconcierto que tuve. Es verdad, Nafta a veces siente y Nafta a veces habla en tercera persona. Pero este párrafo créanme me ha marcado mucho y quiero llamar su atención por aquello. Es imposible tener tanta vida y dejarla morir. Sí, Nafta a veces habla bien de la vida, nada más porque quiere que los humanos que convierta estén bien. Nada peor que morder un deprimido, un suicida o un vendedor de boletos del Metro de Santiago. Huelen mal, miran feo y su corazón está seco. Vamos genteeeeeeeeeeeeeeeeeeee arriba los ánimos la gran puta que Nafta necesita comer.

Qué puedo hacer para remediar eso? Pues meterme en un tratamiento en el que me convenzan de que no importa, de que morder deprimidos está bien, de que hablar en tercera persona es kool (sí, con k, ke chuchas) y de que follarte mujeres policía con su uniforme sudoroso es feo. Son cosas imposibles? Pues la verdad no sé.

Lo que sé es que no quiero toparme con esa mirada de nuevo, esa ventana al vacío que me impedía encontrar un corazón, que cubría la sangre que vivía por su cuerpo con telas negras, impenetrables. Como una novia que tuve hace mucho. Pero esa es otra historia.

Los humanos tienen muchos defectos que yo no. Creo que el morirse en vida es uno de los peores, y el otro es usar musculosas que digan "házmelo todo ahora Gwyneth, me lo acaban de chupar".

Vivan por favor. Necesito comer, y bien. Wiz.

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