Veo gente, por estas calles, muda, con sus narices respingadas y su aire franciscano inundados en sus llamadas inalámbricas, exhibiendo lo ultimo en tecnología, veo también, mujeres irreverentes, moviendo sus nalgas, con sus aires de divas, pulcras, mojigatas, bien que les gusta, veo también un indigente, una monedita, el vendedor ambulante, aun peso lo que vale, artículos y artilugios para toda la familia, veo grandes edificios, viejos y grises, nuevos e imponentes, también veo, los ancianos abandonados en los geriátricos, y veo a cuarentonas con mas bisturí que jack el destripador, pero que ricas, veo incesantes colectivos, jadeantes perros que viven en cubículos por el miedo a la soledad de sus amos, cagándose en las veredas y veo a los transeúntes pisar sus miserias, veo como el sol se va ocultando mientras la marea de la tecnología, televisión, teléfono, mp3, video, DVD, cine, códigos binarios, impulsos eléctricos, hipnotizan al pueblo, mientras la cena en la cacerola esta lista, seguro pasta o bife, pero en medio de todos estos hilos enredados que forman la madeja de la sociedad, te veo y brillas con la intensidad de una luciérnaga, en medio de toda esa niebla, y allí estas, parada, dudando, y le das esperanza a mi alma.
Veo, que después de todo tengo el chance de levantarme nuevamente y correr a comprar un celular, un reproductor de mp3, y vender mi alma a las bases de datos mundiales.
Veo el complot, el complot, el complot...auxilio, complot, 50 pesos, no cagues, no cagues, complot!
Después de esto, a un manicomio, Glaucoma
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